Tengo la negra!

Ojalá la tuviera!
Iría muy bien el toque africano en la familia. Perderíamos en palidez y ganaríamos en negritud. Y nuestros futuros hijos dejarían de jugarse la piel como nosotros, tomando demasiadas horas de sol o encerrándonos en sarcófagos UVA para lucir un bonito moreno.

Aunque como decía Alexis:
"...Por qué voy a permitir que me llamen negro a mí. Si negro le llaman a todo lo malo: qué día más negro; que alma más negra; un corazón negro; una suerte negra; un negro porvenir, que debe de ser una negra embarazada porque si es un negro por venir...; esto parece una merienda de negros; el mercado, si es prohibido: mercado negro; si el cine es de asesinatos: cine negro. ¿Quieres un beso más feo que el beso negro?. Hasta el dinero, si es malo, es dinero negro ¡hay que blanquearlo!"*

*Alexis Valdés: ¿Por qué todo lo negro es malo?